PROYECTOS QUE INVOLUCRAN REALIDAD VIRTUAL

 

Tratar el autismo: Proyecto Lancelot

Siguiendo la misma premisa del “entrenamiento” en mundos virtuales, el proyecto Lancelot trata de conseguir que los niños y niñas con autismo puedan enfrentarse a situaciones que les desestabilizan como puede ser  una ciudad llena de ruido. El niño entrenaría en entornos virtuales, antes de enfrentarse a estas situaciones en el mundo real. La aplicación del tratamiento debe estar supervisado por un especialista, aunque el propio sistema de realidad virtual es capaz de avanzar o no en el tratamiento teniendo en cuenta la evolución de cada niño por medio de bioindicadores.

 


Preservar el patrimonio histórico y cultural: RV aplicada al turismo

Las agencias de viajes, alojamientos turísticos y destinos emplean la realidad virtual para mostrar a sus futuros clientes las bondades de su oferta. Estas herramientas ayudan en los procesos de decisión de compra de los clientes y permiten que nos decantemos con mayor seguridad por un destino u otro en función de nuestras preferencias.

 


Educación inmersiva: Léeme VR

Para fomentar la lectura, se ha creado el Proyecto Léeme VR que permite al lector ponerse en la piel de los protagonistas de las novelas y sentir la necesidad de saber más sobre la historia. La realidad virtual potencia que el lector quiera acudir al libro para seguir descubriendo más acerca de la historia, que ha conocido previamente gracias a la realidad virtual. Una buena forma de despertar el interés por la lectura en un mundo lleno de impactos audiovisuales.

 


Superar miedos y sucesos traumáticos: Tratar el Síndrome del miembro fantasma

Se ha demostrado la eficacia de la realidad virtual para tratar el síndrome denominado como “miembro fantasma” en aquellas personas que han sido sometidas a la amputación de un miembro. Con la realidad virtual la persona puede visualizar de forma virtual, por ejemplo, su brazo amputado y así aprende a moverlo a través de electrodos. Estos sistemas reducirían el dolor que sienten las personas amputadas “engañando” al cerebro, al igual que ocurre con la terapia del espejo que suele emplearse.



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